La manzanilla también conocida como camomila es una planta que crece de manera silvestre en las orillas de los caminos, en jardines y en parques. Sus flores amarillas y blancas con una pequeña cabezuela en el centro son características. Estas cabezuelas son las que contienen un aceite esencial con efectos antialérgicos.
Los sacerdotes egipcios descubrieron sus propiedades calmantes en afecciones nerviosas y entre los campesinos del siglo XVI que la tenían siempre a mano se hizo muy popular por aliviar los dolores musculares y los golpes. Es en la Edad Media cuándo se empezó a utilizar más para diferentes enfermedades como asma, fiebre o enfermedades de la piel. También es usada como ahuyentador de insectos.
Propiedades y beneficios de la manzanilla
La manzanilla posee propiedades preventivas y curativas. Tradicionalmente se ha utilizado en infusiones para los problemas digestivos como los dolores estomacales y los vómitos ya que desinflama el aparato digestivo y ayuda a recuperar el apetito después de la convalecencia, pero no solo eso, además renueva la flora intestinal aportando bacterias beneficiosas. Cuando las mujeres padecen problemas en la menstruación o la menopausia pueden acudir a la manzanilla para calmar los dolores que provocan estas afecciones.
En uso externo tiene poder antibacteriano siendo útil en enjuagues bucales para acabar con las infecciones que provocan las aftas bucales y pequeñas úlceras, también las bacterias que residen en el cabello podemos eliminarlas aplicándola en el cuero cabelludo obteniendo además brillo en el cabello. Otros usos de la manzanilla son los siguientes:
– Es un suave diurético por lo que favorece la eliminación del exceso de agua en el organismo, de esta forma ayudará a mejorar la función renal.
– Tomar una infusión de camomila antes de dormir colabora a conciliar antes el sueño y a dormir mejor.
– Las afecciones de los ojos como orzuelos y conjuntivitis se han tratado tradicionalmente aplicando en los ojos una gasa mojada en infusión de flores secas de manzanilla.
Vamos a describiros la elaboración de una infusión de manzanilla mezclada con otras plantas para que podáis tener otras opciones a la hora de hacer la típica infusión de manzanilla que no tiene ninguna otra planta medicinal:
Preparar la infusión con un 1 litro de agua hirviendo y con 10 grs de cada una de las siguientes plantas: manzanilla, comino, genciana y 15 gr de ajenjo. Después colar y beber una taza después de cada comida endulzada con miel si se desea para facilitar las digestiones y para tratar los dolores de estómago.
Contraindicaciones de la manzanilla
Las personas alérgicas al polen deben evitar consumirla o hacerlo con precaución. Las mujeres embarazadas no pueden consumirla y aún menos el aceite esencial que puede provocar el aborto. Por último señalar que puede interferir con el uso de algunos medicamentos sedantes y anticoagulantes.