Compresas de plantas medicinales

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Las compresas de plantas medicinales se utilizan mucho para diferentes causas

Las compresas frías consisten en realizar una infusión de las plantas medicinales a utilizar, y la dejarlas enfriar, después con una tela fina, gasa o paño limpio de algodón empapar en este líquido resultante, escurrir bien y aplicar sobre la zona afectada, renovaremos la tela o paño cada 15 minutos, podemos asegurar el paño o lo que estemos utilizando con un esparadrapo para que no se nos mueva.

La duración de la aplicación variará según que tratamiento y la planta estemos aplicando. Las compresas frías se utilizan para detener pequeñas hemorragias, reducir y aliviar los dolores de cabeza, eliminar manchas de la piel causadas por golpes  o reducir la fiebre.

Por ejemplo para los dolores de cabeza podemos preparar una compresa empapada en infusión de manzanilla, recordad que esta debe estar enfriada previamente, y dejar actuar en la cabeza durante 15 minutos pudiendo repetir esta operación varias veces al día, también podemos empaparla con vinagre de manzana y aplicarla de la misma manera.

Las compresas calientes se realizan de la misma manera que las compresas frías pero obviamente no dejaremos enfriar la infusión o tisana de las hierbas realizada y a continuación la aplicaremos al instante.

Este método lo utilizaremos para aliviar el dolor, hidratar y calmar dolores articulares y musculares principalmente ya que un líquido caliente penetra mejor en los tejidos de los músculos aportando todos los nutrientes y virtudes de la planta, ensancha además los vasos sanguíneos aumentando el flujo de sangre en las zonas que las apliquemos.

Para los dolores articulares, por ejemplo podemos realizar compresas calientes de infusión de eucalipto o uña de gato, dos plantas que gracias a sus propiedades reducen la inflamación de manera notable y alivian el dolor, las compresas calientes también las podemos aplicar en el hinchazón de los ojos pero en vez de realizar una infusión para empapar la compresa calentaremos agua y le agregaremos un aceite esencial como el de lavanda que suele ser el más utilizado y aplicamos de la misma forma durante 10 minutos, retirar, volver a mojar la compresa y volver a repetir el proceso hasta que creamos conveniente.